FUNDAMENTACIÓN DEL PROGRAMA
La escuela cubana reconoce que el papel de la educación es crear desarrollo, estimulando niveles superiores de aprendizaje. En este empeño la literatura juega un rol principal, porque su realización con responsabilidad y discernimiento motiva el desarrollo intelectual, afectivo y comunicativo de los estudiantes y sus valores concuerdan plenamente con los objetivos de lograr un desarrollo humano sostenible y la preservación de la identidad cultural del pueblo.
Desde un punto de vista gnoseológico, el texto literario aspira a influir en el intelecto y en la sensibilidad del lector más allá de su contexto y de su presente. La obra recorre una trayectoria dialéctica que escapa al horizonte finito vivido por el autor; por ello su enseñanza no debe ser asumida como un fenómeno destinado solo a la transferencia de información, pues el lector ha de interpretar y valorar el significado en un proceso comunicativo interactivo. Enseñar las cualidades del texto literario no es repetir, sino generar un nuevo evento donde el lector supere distancias transformando lo implícito en explícito, lo visible en legible, lo lejano en cercano, lo extraño en propio y lo universal en lo particular. En la dialéctica objetividad-subjetividad, el proceso se asume como interrelación entre entidad autoral y autonomía semántica del lector; la primera es regulada por los límites del texto, la otra rompe ataduras con la psicología del autor y permite al lector crear desde su contexto, cultura y disposición psicológica.
La cantidad de criterios y enfoques que se han vertido sobre la literatura es una manifestación de la importancia atribuida a este proceso para el desarrollo cultural del hombre. Estas teorías han sido especialmente fecundas en la segunda mitad del siglo pasado y han tenido diferentes niveles de resonancia en el proceso de enseñanza y aprendizaje de la literatura.
En la década del setenta Camila Henríquez Ureña abordó ideas importantes sobre la lectura literaria, haciendo énfasis en su dimensión estética y lúdica. También Ernesto García Alzola introduce ideas relevantes sobre la comprensión literaria y la enseñanza de la literatura en particular. La publicación en la década de los años 80 de los libros Textos y Contextos I y II por Desiderio Navarro puso en contacto a los estudiosos de la literatura con variados trabajos de distintas latitudes. Sobre esta base la profesora Rosario Mañalich ha conformado propuestas, contextualizando métodos científicos caracterizados por Miklós Szabolcsi y Iuri Borev, lo que ha sentado una base esencialísima entre la ciencia literaria y la enseñanza de la literatura.
El investigador estonio Iuri Lotman ha dado criterios sustancialmente significativos sobre la necesidad de integrar enfoques históricos con análisis estructurales. Henrik Markiewicz, Wolfang Iser, Roland Barthes, Fish y Eco han aportado razonamientos valiosísimos sobre la interacción lector-texto; en particular, las ideas de Umberto Eco sobre el lector modelo y su diferenciación entre lector semántico y lector semiótico han sido decisivas para profundizar en el proceso del análisis literario.
Igualmente Paul Ricoeur aboga por un lector activo y defiende una lectura literaria como rescritura, donde el lector debe generar nuevos enunciados, ya que el significado literario, teniendo muchas veces carácter conjetural, necesita ser construido socialmente. En este mismo sentido Vigostky considera que la percepción del arte y la literatura funciona desde un principio de complejidad, puesto que el texto no simplifica, sino que emplea formas que hacen más compleja la percepción de la realidad para crear una postura lectora dinámica y flexible, donde se hace ineludible la socialización e individuación del significado.
La teoría de la lingüística del texto de Teun Van Dijk también ha tenido una especial influencia en el ámbito de la enseñanza literaria. Sobre estas concepciones la doctora Angelina Romeu ha retomado los procedimientos de omisión, selección, generalización y construcción como reglas de reducción semántica y la profesora Elida Grass asume procedimientos isotópicos para el estudio del texto, los que también son ampliamente tratados en propuestas de profesores e investigadores latinoamericanos y españoles, a partir de los fundamentos teóricos de Greimas y Eco. Otros profesores cubanos como Juan Ramón Montaño, José Emilio Hernández Sánchez, Ramón Luis Herrera, José Amado Díaz, Jaime García Cuenca han realizado valoraciones sobre los estudios literarios.
Las teorías intertextuales han reclamado últimamente la atención de la enseñanza, y es preciso seguir insistiendo en la importancia de la intertextualidad para la comprensión de la textualidad, tal como reconocen Rifaterre y Michal Glowinski.
La Literatura Latinoamericana y Caribeña representa un nivel de particularización que facilitará el
estudio de literaturas nacionales y regionales, en función de reconocer sus
valores intrínsecos y aportes a la cultura universal, así como la sustancial
transformación y enriquecimiento aportados por las naciones de nuestra América.
En ella se atenderán los
antecedentes prehispánicos de la literatura latinoamericana hasta las letras de
la primera independencia, correspondientes a los momentos iniciales del
romanticismo, así como la literatura que se gesta desde nuestras tierras a
fines del siglo XIX, el Modernismo. Se verán las vanguardias en el continente, la novela de la revolución mexicana, las llamadas novelas de la tierra, la cuentística y novelística contemporánea, el realismo mágico y lo real maravilloso, así como autores caribeños del último período.
1- Demostrar dominio de los contenidos de los textos literarios, la teoría y metodología de trabajo de la ciencia literaria, así como adecuadas habilidades comunicativas caracterizadas por el respeto, la honestidad científica y profesional, la flexibilidad y la reflexión, donde se manifieste comprensión, sensibilidad, admiración y disfrute por la literatura.
2- Dirigir el proceso educativo, desde la enseñanza-aprendizaje de la Literatura, mediante la aplicación o creación de metodologías y estrategias que faciliten la apropiación del texto literario, en función de la formación intelectual, afectiva, moral, política, ética y estética de los educandos, y el desarrollo de capacidades autoevaluativas que le posibiliten remodelar y guiar de modo consciente el proceso de aprendizaje.
3-Comprender el sistema de la literatura latinoamericana, así como sus principales tendencias evolutivas durante el período.
4-Orientar adecuadamente, de conjunto con las organizaciones estudiantiles y la familia, la formación integral de adolescentes, jóvenes y adultos, aprovechando la multifuncionalidad: cognoscitiva, estética, ética y lúdica de la literatura, mediante las actividades y la comunicación en grupo, en la escuela y la comunidad, dentro de la compleja problemática ideológica y estética de los momentos de formación y desarrollo de una literatura latinoamericana.
5-Discernir la problemática estética e ideológica de cada etapa de desarrollo de esta literatura de acuerdo con el análisis particular de obras paradigmáticas y expresarlas mediante el ejercicio interpretativo-valorativo.
6- Contribuir en la elaboración del conocimiento científico sobre la realidad educativa, contextualizada en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Literatura, mediante la identificación y argumentación de problemas y el estudio y la aplicación de métodos y técnicas investigativas que le permitan aportar soluciones bien argumentadas, evaluadas y socializadas en la propia práctica educativa.
7-Desarrollar un sistema de hábitos y habilidades que les posibiliten un acercamiento crítico a la literatura latinoamericana de la época, así como la capacidad creadora en el análisis de los textos objeto de estudio.
8-Realizar búsquedas de información sobre los diferentes temas de las asignaturas y sepan utilizarlas de modo creativo y eficiente.
9- Dominar la lengua materna como soporte de la comunicación y en particular, las propiedades, estructuras y el instrumental expresivo de la literatura.
10- Valorar la evolución de la literatura mediante el estudio interrelacionado de obras y autores significativos de diferentes contextos históricos, sociales y culturales y, en especial, a partir de las relaciones intertextuales entre ellas y la obra de José Martí.
11- Sistematizar de modo orgánico, en tareas académicas, laborales e investigativas donde se efectúe el ejercicio analítico del texto literario, lo aprendido tanto en los contenidos de teoría, historia y crítica literarias, como los contenidos de Estudios lingüísticos y el resto de los campos de acción propios del profesional de la Licenciatura en Educación Español-Literatura.
- Profesor: Edgar Borot Peraza